Sabia como Atenea, hermosa como Afrodita... ¡Poderosa como Hércules! - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

jueves, 8 de junio de 2017

Sabia como Atenea, hermosa como Afrodita... ¡Poderosa como Hércules!



¡Ya era hora! Después de décadas, aquí está por fin la película de la Mujer Maravilla. Justo lo que esperábamos, justo lo que necesitamos... ¿O no?

Les confieso algo: en un principio, apenas terminando de verla, como que no cumplió mis altas expectativas. Luego la estuve repensando y me di cuenta de que quizá estaba siendo demasiado exigente con ella, pidiéndole cosas que no me son necesarias en otras cintas de superhéroes, a las que estoy más bien acostumbrado a darles pase si me entretienen lo suficiente. Supongo que fue mi error esperar de esta cinta, en especial después de todos los elogios que le he leído, una obra revolucionaria que me volara la mente, algo tipo The Dark Knight. En realidad se trata una peli de superhéroes que está por encima del promedio, con una mezcla entre momentos chingones y otros cutres, aunque predominan por mucho los primeros.

Sin ser tan ambiciosa como la fallida Batman v Superman, tiene una narrativa coherente y bien estructurada, y un arco argumental enfocado en el desarrollo de la protagonista, a quien podemos crecer y desarrollarse desde el principio hasta el desenlace. En pocas palabras, es una película bien hecha, bien actuada y visualmente hermosa (BvS  es un desastre desde el punto de vista de la narrativa).

Eso sí, los resultados de Rotten Tomatoes son igual de ridículos que con BvS. ¿28% vs 97%? Ésas son calificaciones para churros de serie B y obras maestras que revolucionan el séptimo arte, respectivamente. Yo le pondría a cada cual, un 7.0 y un 8.5. Sinceramente, veo estos extremos como puro mame.

Si no han visto la película, los redirijo a la reseña que publiqué en Voz Abierta. La que viene a continuación estará llena de spoilers. Han sido advertidos.

WONDER SPOILERS!


Gal Gadot es per-fec-ta como la Mujer Maravilla. La veo tan en el papel como veía a Lynda Carter o a Christopher Reeve como Superman. Logra retratar esa mezcla de valor y furia con la ingenuidad e idealismo que caracterizan al personaje. Ella llena las altas botas escarlata de la Mujer Maravilla. Y se avienta frases como que “los hombres son esenciales para la procreación pero innecesarios para el placer”.

Patty Jenkins se las arregla para dar a su filme un aspecto visual que corresponda con las otras del DCEU, pero con todo mejor logrado. Las secuencias de acción están padrisisímas. Sin ser tan hiperbólicas como las de Snyder en sus pelis de Bats y Supes, se sienten más reales, con más en riesgo para los personajes que luchan. Mi favorita fue la batalla entre las amazonas y los soldados alemanes en la playa. ¿Mujeres con espadas, lanzas, caballos y flechas contra sujetos armados con fusiles? Difícilmente se puede poner más cool que eso.


Chris No-Evans hace un buen papel como Steve No-Rogers, si su objetivo era parodiar un poco el estereotipo de gringo bravucón, pero aun así dejarnos con un personaje carismático que a pesar de todas sus torpezas y sus esperables inseguridades masculinas, es quien le enseña a Diana el potencial heroico de la raza humana: “Puedes hacer algo o puedes no hacer nada. Y yo ya intenté no hacer nada”.

Los personajes secundarios, que en un principio parecían ser caricaturas nacionales (un escocés, un marroquí francés y un indio americano) tienen ciertos momentos respectivos que permiten darles un poco de dimensión y uno termina encariñándose con ellos.

La peli hasta se da el lujo de echar dos que tres gotitas de reflexión, no muy original ni profunda, pero que podrían sacudirle el cerebro a la chaviza y a las personas no acostumbradas a que sus películas pop mainstream den mucho en qué pensar. El contraste entre los ideales y valores de Diana y la crudeza y cinismo del mundo del hombre (representado visualmente hasta en los colores brillantes de Themyscira y los tonos grises de la Europa arrasada por la guerra) constantemente nos invita a ponderar y debatir.


Son un puñado de momentos específicos, pero no pierde la oportunidad de hacer comentarios acerca de a) sexismo: la forma en que las mujeres son relegadas a segundo plano en la sociedad europea; no pueden votar, no pueden combatir, y mientras su ropa está diseñada para hacerlas ver bonitas, la de los varones está hecha para permitirles actuar; b) el racismo: un personaje marroquí quería ser actor, pero terminó siendo carne de cañón del ejército francés porque su color de piel no es el adecuado; c) el colonialismo: por lo anterior, pero también en un personaje nativoamericano que revela a Diana que la gente de Steve No-Rogers hizo con ellos lo que el Reich intenta hacer con el resto de Europa.

También nos muestra, como ninguna película de superhéroes desde la primera Iron Man, los horrores reales de la guerra. Los campos devastados convertidos en desiertos de lodo, el uso indiscriminado de formas de matar cada vez más atroces, el trauma psicológico que deja profundas cicatrices en los soldados, la indiferencia con la que los altos mandos envían a sus tropas a morir, o el sometimiento de la población civil al abuso de los militares (lo de los civiles belgas esclavizados para trabajar en fábricas alemanas es históricamente cierto).

Por supuesto, está la nunca suficientemente enfatizada moraleja de que la humanidad no es buena ni mala en sí, sino que hay luz y oscuridad en cada uno de nosotros, y que así como somos capaces de grandes crueldades, también somos capaces de grandes heroísmos, como se lo demuestra a Diana el sacrificio de Steve. Sobre todo, Diana aprende que no se puede resolver el problema de la maldad simplemente eliminando al malo, que la realidad humana es más complicada que eso, lo cual para una película de superhéroes es casi  una epifanía.


Claro que ese mensaje se diluye un poco al final, en que Diana pelea con Ares y lo destruye. No tenía mucho caso combatir y matar al dios de la guerra si ya establecimos que con o sin él los hombres se van a matar los unos a los otros, pero realmente no podíamos tener una peli de superhéroes sin que al final hubiera catorrazos entre dos seres ultrapoderosos, en especial cuando los otros dos villanos de esta película estuvieron tan chafas.

Lo anterior reafirma la ambición de DC de ser algo más que el entretenimiento ligero; bien o mal logradas, las tres películas de este universo (voy a ignorar Suicide Squad) han sido intelectualmente más ambiciosas que cualquiera de la Maravillosa Competencia (las de X-Men se cuecen aparte). Para bien o para mal estas pelis han generado discusión y comentarios como ninguna de las otras. Es decir, ¿qué tanto más le vas a analizar a Ant-Man?

Y tengo que decir que, a pesar de los inevitables clichés en una historia de origen y de lo cutre que siempre es el tropo de “el poder del amor”, la película me sorprendió en más de una ocasión. No sabía para dónde iba a ir. La revelación final me tomó desprevenido. Nunca me esperé que el profesor Lupin fuera Ares.

Un momento… Marte es el nombre romano de Ares. En la mitología romana, Marte es padre de Rómulus y Remus, los fundadores de Roma… Remus, como Remus Lupin… Ahora todo tiene sentido. Rayos, debí haberlo visto venir.


Como decía, peor de la peli fueron los antagonistas. Que hayan tomado a una figura histórica real como Erich von Ludendorf y lo hayan convertido en un malo de Rocky y Bullwinkle, con todo y risa malvada y retorcerse las manos, me producía un facepalm cada vez que aparecía en la pantalla. Sólo faltaba que le pusieran la musiquita tipo “Ludendorff malvados y asociados”.

Es bastante malo que hayan hecho un villano tan chafa, pero que hayan convertido a un personaje histórico en ese villano chafa es como para repartir lapos. Para eso mejor hubieran inventado un personaje ficticio con un nombre alemán ridículo, como siempre hacen los gringos, algo tipo Barón Gustav von Tottengötter. Y que tuviera un monóculo y una cicatriz en la mejilla, para redondear. Él y la Dra. Veneno aburren más que dar miedo o inspirar odio. Después de la revelación final, este par de dos son todavía menos interesantes y relevantes, sobre todo si ves la peli por una segunda vez, y francamente importa un comino lo que pase con sus vidas.


Qué bueno que se revela que al final el verdadero villano es Ares porque habría sido anticlimático quedarnos con esa pelea tan mensa entre Diana y el Ludendorff puesto perico con venom. Qué malo que sea el profesor Lupin. Es que miren, fue muy astuto esconder a Ares en un caballero inglés de mediana edad y buenos modales, en vez del general megalomaniaco. Pero ya que se convierte en el Ares de los cómics que conocemos, pero sigue teniendo la cabeza del profesor Lupin, toda a arrugada, pelona y con ese bigotito ñoño, se ve más que ridículo. Mínimo le hubieran puesto barba postiza para que se vea como el Dios de la Guerra, o hubieran creado un personaje CGI que mantuviera los rasgos de Lupin, pero que no siguiera viéndose como el caballero inglés de mediana edad y buenos modales.


Como ñoño de las guerras mundiales, desde que supe que esta cinta se situaría en la Primera, y no en la Segunda como en los cómics originales de la Mujer Maravilla, me sentí decepcionado. Para empezar porque la Alemania del Káiser no es ni de lejos un villano tan perfecto como la Alemania de Hitler. A diferencia de la 2GM, en la que había claramente un bando agresor con una ideología perversa, la 1GM fue más bien una competencia entre potencias europeas para ver quién la tenía más grande. Los soldados en las trincheras, fueran alemanes, franceses o ingleses, dan más pena que ganas de verlos derrotados. Sobre todo, se perdió una gran oportunidad, en estos días de nacionalismos y neofascismos renacientes: la de tener a una mujer pateando nazis en la pantalla grande.

Sé que lo hicieron para que no pareciera que le estaban fusilando a Marvel con su Capitán América, pero de todos modos es una lástima (y de todos modos los marvelitas siguen diciendo que es fusil… pendejos ¬¬). Supongo que la 1GM se prestaba más a uno de los mensajes centrales de la película, que “todos somos responsables” por el infierno en el que hemos convertido al mundo.


Finalmente, Wonder Woman es una cinta importante. No es la primera cinta de superheroínas, pero sí es la primera, hasta ahora, que ha sido honestamente buena. Viéndola pienso que a lo mejor hicieron bien en esperar hasta este momento, en que el género ha madurado, para darle una película a la Mujer Maravilla. De otra forma, podía haber quedado algo tipo Gatúbela. Ugh.

Desde 1977 hemos tenido: 8 películas de Batman, 7 de Superman, 7 de Iron Man, 7 de Wolverine, 6 de Spider-Man, 6 del Capitán América y sendas películas para personajes de los que nadie fuera de la nerdósfera había escuchado hablar, como Ghost Rider, Punisher, los Guardianes de la Galaxia o el Doctor Strange. Fuera de una película para la TV de 1974 (en la que Diana ni siquiera usa su traje distintivo), la Mujer Maravilla nunca había tenido un protagónico.

Esta es la película de superheroínas que necesitábamos; no es sermoneadora ni panfletera, no es tan “radical” que pueda espantar al público regular, pero lo suficientemente atrevida como para hacer rabiar a los machirrines (como ya lo ha hecho) y tan llena de heroísmo que ya está inspirando a mujeres y niñas de todas las edades alrededor del mundo. El simple hecho de que sea una buena película de superheroína ya la hace un parteaguas. Sobre todo, responde a las necesidades de una sociedad en pleno proceso de transformación y que requiere con urgencia de modelos femeninos positivos y fuertes en la cultura pop; necesidades que, por cierto, llevó a William Moulton Marston a crear a la Mujer Maravilla en aquel lejano 1941.


Después de pensarlo estos días, me di cuenta de que la Mujer Maravilla le ha quitado a Superman el papel de símbolo de la esperanza y muestra de lo mejor que hay en los seres humanos. El viejo boy scout fue pervertido por la ideología randiana de Snyder y Goyer, no sólo incompatible, sino opuesta a la filosofía que hace del Hombre de Acero el héroe benévolo, generoso y empático que es en los cómics. Bajo la batuta de Patty Jenkins, en cambio, Diana conserva la pureza del personaje. 

Wonder Woman es hasta ahora la mejor de la franquicia y superior a la mayoría de las de Marvel. Diana ya se había robado la película de Batman v Superman, y ahora con esta cinta se roba todo el Universo DC. 


Más verborrea sobre pelis y cosas de superhéroes:

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira Ego https://youtu.be/467ehoaGDaE

Volaverunt91 dijo...

Acabo de llegar del cine tras ver la película. ¡Muy buena! Realmente es lo que esperaba.

Desafortunadamente, ya me había spoileado unos meses antes cuando me enteré que a David Thewlis lo habían llamado para Ares, aunque no sabía en qué contexto lo iban a poner. Una pena, quizás la habría disfrutado incluso más sin ese dato.

Me gusta bastante la forma en que contrastan esa ingenuidad de Diana, que creció escuchando historias de héroes y dioses, con la realidad de lo que puede llegar a hacer el ser humano. Peor aún cuando, tal como lo mencionas, la Primera Guerra Mundial al final era una pelea mezquina entre potencias e imperios, y una tan confusa que a muchos les cuesta explicar por qué se dio. Se le perdona el cambio de ambientación porque tratan de explicar que la realidad de un conflicto no es algo simple y maniqueo.

Unknown dijo...

Muy buena crítica! Sos groso, sabélo!

Anónimo dijo...

Sería genial un artículo explicando la influencia randiana en la cultura pop

Maik Civeira dijo...

Hola a todos, gracias por sus comentarios.

Anónimo: Los colegas de VyS ya lo hicieron y no creo poder hacerlo mejor. Disfruta:
http://vicisitudysordidez.blogspot.mx/2012/02/ayn-rand-como-convertir-los-freaks-en.html

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